Reseña
La escultura refleja una atracción por la producción plástica indígena y se percibe la intensa calidez y rugosidad de la madera tropical (probablemente cedro rojo). La pieza de manera redoblada, orilla a cuestionar ese equilibrio entre la sabiduría de lo primitivo y lo aprendido.
Biografía del autor
Es uno de los artistas extranjeros a los que México causó un profundo impacto. Coincide en esta circunstancia con Paul Gauguin, quien en Tahití buscaba una especie de «paraíso tropical» o «paraíso perdido» donde el ser humano aún no había sido contaminado por los vicios de la civilización. Si bien es un pintor “poco reconocido y valorado en el país”, se trata de uno de los grandes representantes de la cultura sueca en México. Sjolander aporta grandes conocimientos a quienes como Alberto Gironella, Pedro Coronel, Vlady, Vicente Rojo, Fernando García Ponce y Héctor Xavier, entre otros, tenían el deseo de alejarse de la escuela mexicana de pintura y de asimilar todas las influencias renovadoras de los artistas extranjeros residentes en el país. De esta forma, sin importar su expresión, este artista contribuyó con una serie de propuestas a enriquecer los valores y conceptos del arte mexicano. Sjolander llega a México en 1946 con la decisión de establecerse en el país al año siguiente, cuando obtuvo la nacionalidad. En el país realiza trabajos de docencia en la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda” y en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM y da vida a producciones que fueron innovadoras por su colorido. El elemento constante en sus obras pictóricas es el uso de pequeñas pinceladas o la aplicación de trozos de madera como si fuera un trabajo de marquetería para delimitar las siluetas. En cuanto a sus esculturas, hechas en yeso, bronce y madera, estructura el cuerpo humano con esferas u ovoides. Mantuvo estrecho contacto con su país de nacimiento con frecuentes muestras. Participa en la Bienal de Sao Paolo en 1961, en la Bienal Internacional del Grabado en Japón (1976), Museo de la Moneda en París en 1977, y la magna exposición de Arte Objeto presentada en el Museo del Hermitage en Leningrado (San Petersburgo) y en el Museo de Arte Moderno de Moscú y Estocolmo.