Luis López Loza es un creador de formas por excelencia, ya que ha sido, quizá, el único artista de su generación que logró establecer un lenguaje propio sin referentes externos, y que a lo largo de su trayectoria ha enriquecido y profundizado hasta los extremos de la exquisitez. Todos los demás artistas de su generación han tocado diversas fuentes en sus lenguajes, López Loza ha sido de un solo manantial. Su sólida formación desde la Escuela Nacional de Pintura y Escultura “La Esmeralda”, así como en el Centro de Artes Aplicadas y en el Pratt Graphic Center de Nueva York, le han conferido un oficio por demás probado. López Loza ha realizado obra en pintura, dibujo, tapiz, escultura y grabado y ha sido, de este último género, el más representativo artista mexicano contemporáneo. Sus obras gráficas creadas en placas de cobre alcanzan niveles de excelencia. Luis muestra sus primeras obras de característico lenguaje desde el año de 1964, habiendo presentado, a la fecha, más de veinticinco exposiciones individuales y participado en innumerables colectivas en los principales recintos de México y el mundo. El mismo Luis López Loza dice que el color influye en el sentido arquitectónico, un ejemplo claro de ello son las pirámides con su perfecta geometría que ilumina el sol a cierta hora, creando una luz especial y particular. Los colores te proyectan una imagen en tu cerebro.