• Emilia Ortiz (1917 – 2012)
  • Huichol Joven,1938
  • Lápiz /Papel
  • 56 x 40 cm
  • icono bandera México​

Reseña

En este dibujo realizado a lápiz, Emilia Ortiz, ha trabajado con la incisiva precisión que nos recuerda la técnica de la punta seca. En él está presente su suelta caligrafía y el poderoso resalte de la figura, matizada a través de un sombreado delicado y poderoso, evidente desde el primer vistazo. A pesar de que la obra es pequeña, la figura adquiere una proporción grandiosa y monumental. En la obra podemos apreciar un estudio profundo del huichol. En el personaje hay un elevado sentido nacionalista interpretados en los motivos estéticos y raciales. Es decir, el dibujo denota una franca tendencia hacia el estudio y consideración del principio étnico.

Biografía del autor

Su muy precoz y primera incursión en el mundo del arte es por medio de la caricatura, gracias al pintor José Vizcaya. Desde la edad de nueve años comienza a caricaturizar a familiares y amigos, y para sus dieciséis años, en 1933, el diario «El Nacional» publica en la primera plana cinco caricaturas de personajes nayaritas de letras, política y negocios. Junto con su hermana Estela, incursiona en la técnica de la acuarela y su temática durante esta etapa gira alrededor del mundo de los Coras y los Huicholes; sus rostros, vestimenta y costumbres. La primera exposición que lleva a cabo es en la Ciudad de México, aproximadamente en 1938. En esta presenta toda su producción de acuarelas. Gracias al apoyo de su tío Juan de Dios Bátiz, que era el director del Politécnico Nacional, consigue exponer en el «Salón Verde» del Palacio de Bellas Artes. En esta exposición participa también su hermana Estela. Presentaron alrededor de 38 obras, las cuales, por su extremado cuidado en los detalles de los accesorios y trajes indígenas, fueron consideradas como un álbum etnográfico. Durante su estancia en la Ciudad de México, asiste a cursos de escultura con el maestro Luis Ortiz Monasterio quien catalogaba la obra de Emilia como un valioso ejemplo de pintura popular mexicana, que trata de interpretar, con elevado sentido nacionalista, los motivos de índole estético y racial que ofrece, en sus diversos aspectos, nuestra plástica aborigen. Se inscribe también a clases con el maestro Manuel Rodríguez Lozano, de quien aprende una mayor destreza en el dibujo. Gracias a él, se adentra en el grupo de intelectuales de aquella época. Durante su asistencia a la Academia de San Carlos, hace amistad con otros pintores como Ignacio Aguirre y Antonio Ruiz. Además, emprende el aprendizaje de la técnica del óleo. Para el año de 1941 regresa a su ciudad natal, Tepic y dedica parte de su tiempo, no sólo a la pintura, sino también a la literatura. Comienza a escribir algunas poesías, y colabora con artículos y caricaturas en la prensa de su ciudad. Llega a tener su propia columna, en la cual escribía sobre arte, en el diario «Brecha» titulada «Piper y Ajenjo». Además de todas estas actividades comienza a actuar en el teatro experimental del maestro Alfredo Castilla, participando en los roles protagónicos en obras de Xavier Villaurrutia, Pirandelo y Basurto. En algunas ocasiones ilustraba los programas de las obras en las cuales participaba. Siendo una mujer altruista y consciente de las necesidades de su Estado, se involucra en un proyecto para el desenvolvimiento cultural del Estado. Se forma la Asociación Cultural de Nayarit, siendo ella nombrada la presidenta de ésta. No es sino hasta 1955, que vuelve a exponer en la ciudad de México y la presentación del catálogo la hizo Manuel Rodríguez Lozano. En 1957, Emilia Ortiz es premiada con el tercer lugar en un concurso de carteles convocado por el Comité Organizador de la Feria del Estado de Veracruz. A partir de 1963 su actividad aumenta, realiza varias exposiciones en diferentes ciudades de la República Mexicana. En 1967, en el cincuentenario de la ciudad de Tepic como capital del Estado, La Compañía Tabaco en Rama, S.A., le rinde un homenaje por su labor artística y en 1971 viaja a la ciudad de Los Ángeles para exponer en el Terrace Water and Powl BLDG. La obra de esta época da un giro hacia el abstraccionismo. El 15 de febrero de 1972, el gobierno del Estado de Nayarit le entregó un diploma por su destacada labor como promotora de cultura. Su estilo en la pintura continúa variando. Ella sigue experimentando con los diferentes estilos que observa, desde el expresionismo, hasta el abstraccionismo, pero el único género que Emilia jamás abandonaría es la caricatura. Emilia Ortiz, artista en gran parte autodidacta, supo experimentar, estudiar y perfeccionar diferentes técnicas y estilos en la pintura.