Reseña
Inicialmente su trabajo se encargó de denunciar los problemas de la mujer como objeto y símbolo sexual a través de las profesiones que ella desempeña y de su rol en la sociedad. Su obra de carácter serial recurre en sus inicios al grabado y evitaba el uso tradicional de técnicas como el dibujo; una paleta de color simple y una línea, de carácter expresivo y quebrada produce un resultado que según la artista: “busca levantar una estética producida por el desprecio a la academia y mi interés en el deterioro”. Cuando se traslada de Bogotá a la ciudad de Cali su obra se llena de color y la música, el baile y las parejas son a partir de ese momento sus temas recurrentes. “Toda mi pintura se puede leer como un capítulo de mí vida. Y ahí está, para la muestra, una época llena de color, de calor en donde discutimos y hacíamos proyectos y dibujamos y también, claro, bailábamos”. El papel de la mujer y las relaciones de pareja son expresados en su obra con un lenguaje premeditadamente descuidado, colorido y kitsch.
Julián Posada, Alberto Sierra.