Reseña
En su obra lo que más destaca es el color, pues está atrapado en la estética de la tradición de los artistas oaxaqueños pues prescinde de lo que no es trascendente y convive únicamente con la fuerza de los colores básicos.
Biografía del autor
David Correa lleva ya muchos años recorriendo el camino del arte. Él ha sabido salir de la pobreza, del hambre y de los maltratos que recibía. Esto lo llevó a vivir un tiempo en la calle. Tal vez todos esos motivos lo llevaron a ser una persona solitaria, pero a la vez muy observador y creo su propio mundo de color y fantasía. Durante el tiempo que estuvo deambulando por las calles pasó por Polanco, una de las zonas más atractivas en cuanto a cultura, por sus museos y galerías. Al toparse con el que fuera el Centro Cultural Arte Contemporáneo se paró para visitar la exposición del pintor noruego Edvard Munch y ahí fue donde se percató que su vocación era la de pintar. A partir de ese momento no dejó de pintar y a pesar de ser un artista autodidacta no le ha impedido participar en talleres libres de dibujo junto a grandes maestros como Gilberto Aceves Navarro, al que apoyó por un tiempo como asistente; Luis Nishizawa, extraordinario paisajista y Mariano Villalobos. David ha participado en más de 150 exposiciones colectivas e individuales a nivel nacional e internacionalmente. Entre los países que ha visitado están Japón, Estados Unidos, México y Europa. En el año 2000 le fue otorgado el Premio Italia por el Arte, dentro de la Vitrina de Artistas Contemporáneos, en Florencia, Italia. Su pasión por los niños lo proyecta, no solo en sus obras sino en la labor tan ardua que ha realizado a través de la impartición de talleres de dibujo, pintura y otras técnicas, tanto en museos de México como de Japón y Estambul, además de realizarlo con niños tarahumaras en Chihuahua. David Correa ha donado varios murales al Hospital Infantil Federico Gómez de la Ciudad de México; al Hospital Infantil Universitario Doctor José Eleuterio González, de la ciudad de Monterrey, N.L.; al CRIT Tlalnepantla y a la Escuela Chystel House donde SURA México colabora apoyando a niños de bajos recursos. David Correa, está consciente de que la única forma de completar el ciclo es recorriendo el camino del arte y, poco a poco, se está colocando entre los talentos de su generación. En su momento Rufino Tamayo comento “A este joven pintor que recién aparece en el difícil mundo del arte, le auguro, tanto por sus facultades como por su trabajo constante, que llegará a alcanzar el nivel que su capacidad e intuición creativa merecen”.