Nido: refugio, hogar, escondrijo, morada, cuna, albergue, útero, cobijo, abrigo, casa, choza, lecho, protección, seguridad, refugio, cuidado, familia, comunidad… El nido es una realidad que nos conecta con las más potentes ideas: las que nos permiten identificarnos como seres humanos y vivir como tales. Nido es el mundo que nos acoge y nos protege, que nos recibe cuando salimos del útero-nido de nuestras madres; es la cuna, tan frágil como las construcciones de los pájaros, pero tan fuerte que toda nuestra vida posterior se cimienta en ella; es educación, espacio de aprendizaje y punto de partida de todos los vuelos, de todos los ideales; vida en común, reposo y refugio. Estar lejos del nido equivale a perder las raíces, a estar a merced de la brutalidad del mundo, en el frío y la soledad. Nido es familia, lugar de encuentro, posibilidad de paz y de reposo. Certeza de que podemos contar con nuestros semejantes. Los nidos siempre son muchos. Por eso, Ricardo Cárdenas ha podido descubrir en ellos sentimientos y verdades que están inscritas en la biología, en la historia, en la cultura y en el arte. Mundos de significados múltiples que nos permiten descubrir lo que necesitamos ser: una comunidad que se protege para vivir mejor, donde se aprende lo que necesitamos para avanzar como iguales, para crear cultura y futuro.