Reseña
En «Alacena con paloma» destaca objetos de tipo artesanal, como figuras de barro, efigies humanas o de animales entre los que predominan los caballos, así como algunas piezas de cerámica. También encontramos jarritos miniatura, cisnes de vidrio, figuritas de alfeñique coloreado, pequeñas frutas de pasta de almendra, corazones aderezados rellenos de mieles perfumados, juguetes de consumo indígena. Esta obra la pintó antes de morir y refleja lo difícil que le era pintar. Se nota el pulso tembloroso y el trazo espasmódico, pero también los elementos principales de su pintura. En la pintura de María Izquierdo existe otro vínculo con el arte y la cultura populares; el colorido de sus cuadros que tiene que ver mucho con los textiles, los objetos realizados en papel (judas y piñatas) y con las fiestas populares.
Biografía del autor
Su primer contacto con el arte la tiene en el Ateneo Puente; a la edad de 14 años su familia la casa con, un militar, Cándido Posadas y tienen tres hijos: Carlos, Amparo y Aurora. En 1923 llega a la Ciudad de México y se divorcia. Cinco años después entra a la Escuela de Pintura y Escultura, teniendo como maestro a German Gedovius en pintura al óleo y Garduño en dibujo. En 1929, María descontenta por el sistema conservador de la escuela, abandona las clases y opta por ser autodidacta. Sus obras gustan a Diego Rivera y le organiza una exposición en la Galería de Arte Moderno del inconcluso Teatro Nacional (actual Palacio de Bellas Artes). En 1930, viaja a Nueva York y, presenta 20 obras en el Art Center; además participa junto con Tamayo en la exposición colectiva Mexican Arts en el Metropolitan Museum of Art. En 1932 obtiene el nombramiento de maestra de dibujo en el Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación, cargo que desempeña hasta 1937. En 1933 ingresa a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), como jefe de la Sección de Artes Plásticas. Para 1938 la vida personal y profesional de María Izquierdo da un nuevo giro a raíz de su relación con el chileno Raúl Uribe Castillo, que viene a México a estudiar pintura mural. En 1942 María es intervenida quirúrgicamente por los problemas cardiacos que la aquejan. Un año más tarde presenta una exposición de sesenta óleos y gouaches en lo que fuera el Salón Verde del Palacio de Bellas Artes. En 1944 realiza su segundo viaje al extranjero y en 1945 se casa con Raúl Uribe en Chile, donde permanece un tiempo. Un año después firma un contrato con el Jefe del Departamento del Distrito Federal, Lic. Javier Rojo Gómez, para pintar al fresco en muros y plafones de la escalera central del Palacio del Departamento del Distrito Federal en la Ciudad de México. Unos meses después le suspenden el contrato debido a que Siqueiros, Rivera y Rojo Gómez juzgan a María poco ejercitada en la práctica del fresco. De 1946-47 su estilo tiene mejoras y realiza sus primeras naturalezas muertas sobre fondo de paisaje urbano. Participa en la exposición «Cuarenta y cinco autorretratos de pintores mexicanos. Siglos XVIII al XX» organizada por Fernando Gamboa en el Palacio de Bellas Artes. En 1948 sufre una grave hemiplejía que la mantiene sin conocimiento durante tres meses y paralizada del lado derecho por ocho meses. En 1949 es nombrada directora de la Galería de Arte del Monte de Piedad por Raúl Cervantes Ahumada, director del Patronato y amigo de la pintora. Escribe en 1952 al Presidente Manuel Avila Camacho solicitando su patrocinio para este proyecto de exposición. Un año después, reitera el trámite con el Presidente Ruiz Cortines. En 1953 se divorcia de Raúl Uribe debido a unos cuadros que repintó y vendió sin su consentimiento. Existe en la obra de María Izquierdo un gusto por el arte indígena y las artesanías populares. A pesar de las diferentes corrientes que existían en ese momento, siempre se mantuvo fiel a su estilo y a su fuente de inspiración nacionalista.