Reseña
En su obra «Paisaje con flores», se ven claramente dos planos: en el primero se observa el tronco de árbol, bambú, lianas y un enorme tulipán en botón; el segundo plano lo forma en sí el paisaje, integrado por un volcán en erupción y sucesivos planos de montañas que forman la vertiente de un río. En esta pintura podemos claramente apreciar el sistema de composición tan característico de la obra de Jorge González Camarena. Este paisaje se encuentra completamente basado en la geometría. Se distingue una clara influencia del Art Deco, en la tendencia hacia la verticalidad y a la simetría, también por lo característicamente orgánico del paisaje. La paleta que utiliza es de colores cálidos difuminados. Estos no suelen ser los colores que el artista normalmente empleaba. Pero como anteriormente se ha mencionado, sus obras de caballete suelen ser mucho más sencillas y románticas que aquellas de mural. El tema es también poco común, no es fácil encontrar un paisaje de Jorge González Camarena, por lo cual esta pieza es sumamente original. Además de ser un paisaje absolutamente geométrico, se puede decir que es, también, sumamente sintético, hay una síntesis de elementos decorativos. La pincelada es sutil y corta, lo cual aumenta la sensación de calidez y suavidad en la obra.
Biografía del autor
Jorge González Camarena forma parte de una familia numerosa, siendo el cuarto de ocho hijos. Él y su hermano Guillermo fueron los que destacaron, Jorge por su producción artística y Guillermo por inventar la televisión a colores. En 1918, se traslada con su familia a la Ciudad de México, donde vive hasta su muerte. Desde muy pequeño demuestra interés y habilidades artísticas. Alumno de Francisco Díaz de León y Mateo Herrera en la Academia de San Carlos, González Camarena, participa en el movimiento estudiantil, que impuso a Diego Rivera como director del plantel, revolucionando la enseñanza en las carreras de Bellas Artes, uniendo estudios comunes en los primeros tres años para arquitectura, pintura y escultura. De 1930 a 1932, trabaja como dibujante publicitario, dos años después restaura los frescos del Convento de Huejotzingo y contrae matrimonio con Jeannie Barré Saint-Leu. González Camarena es uno de los muralistas de la segunda generación que más encargos oficiales obtiene, influenciado por los grandes maestros del muralismo, mantiene una manera muy personal, reconocido por el color y el geometrismo. Raúl Anguiano dice que su pintura es altamente interesante, porque se ha inspirado en raíces profundamente populares. Miembro honorario de la Comisión de Protección a la Pintura Mural, Jorge recibe condecoraciones de diversos países, la insignia «José Clemente Orozco» en 1956 del gobierno de Jalisco, y el Premio Nacional de Arte en 1970. Temas como alegorías sobre el origen de la vida, actividades características de una región de México y temas populares y cotidianos son los que Camarena plasma en sus primeras obras. Posteriormente trata asuntos relacionados con la historia y el nacionalismo mexicano. González Camarena decía que los pintores mexicanos debían realizar un arte propio basado en tres puntos esenciales: conocimiento de la historia de México y su representación en las obras; monumentalidad y multiplicidad en las técnicas y el uso de los colores. Su arte fue muy reconocido y muchos artistas lo consideraban talentoso, aunque Orozco y Mérida lo criticaban por realizar pintura mural de tipo anecdóticos y cartelista. Diego Rivera comentaba que, sólo si abandonaba el folklorismo llegaría a la cumbre ya que tiene cualidades para hacer un muralismo de mensaje social.