Reseña
Esta obra es una pintura de paisaje. El tratamiento que el artista le da no es clásico, ya que los trazos son muy difuminados. En el primer plano del paisaje, los trazos son un poco más claros, pero conforme vamos avanzando a los siguientes planos, las pinceladas son cada vez más cortas y difuminadas. La paleta que utiliza el artista es de colores cálidos como el verde, el café, el amarillo y ocres, y tonos fríos como el blanco, el gris, el negro y el azul.
Biografía del autor
Pintor y escultor mexicano que nació en Chimalhuacán, Edo. de México en el año de 1933. Su primera maestra fue Manuelita Cabrer, discípula del maestro Germán Gedovius en la Antigua Academia de San Carlos de la UNAM, quien lo orienta para realizar la carrera de artes plásticas. Sus estudios los realizó en la Escuela de Pintura y Escultura «La Esmeralda» de 1946 a 1951. También estudió en el Taller de Integración Plástica del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Sus principales maestros fueron: Enrique Asaad, Manuel Rodríguez Lozano, Feliciano Peña, Alfredo Zalce, Carlos Orozco Romero, el escultor Juan Cruz, el escultor Francisco Zúñiga, Federico Cantú, Jesús Guerrero Galván, el antropólogo Salvador Toscano y el Dr. Carlos Dublán. Sus compañeros de generación fueron: Benito Messeguer, Lilia Carrillo, Francisco Corzas, Gilberto Aceves Navarro y Mario Orozco Rivera entre otros. Ha realizado una larga trayectoria docente debido a que de 1957 a 1969 fue profesor de la escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda y profesor de la Escuela Nacional de Artes Plásticas desde 1958. Fue también invitado especial de la Universidad de Berkley, California, EUA, para impartir un curso de arte. Ha recibido varios premios como: (1958) Premio Internacional de la Academia de Ciencias y Artes de la URSS; (1948 y 1955) primeros premios en concursos organizados por el Departamento del Distrito Federal, México; (1956,1957 y 1958) premios del Salón de la Plástica Mexicana; (1963) Premio Anual de los Maestros de Enseñanza Artística del INBA; (1958 y 1969) Salón de la Plástica Mexicana, premios – adquisición del INBA. Ha participado en más de 20 exposiciones individuales y en numerosas exposiciones colectivas, tanto en México como en el extranjero. Según Carlos Pellicer sus paisajes eran meditativos, una poesía lenta y hablaban más hacia adentro que hacia afuera.